DIGNIDAD

lunes, 28 de diciembre de 2009

PARROT'S, VALDECARRO, FACEBOOK...

Cuadrillica del Parrots, antes de las lagunas

Nada, que no hay manera: había pensado escribir una a modo de crónica acerca de la fiesta del Parrots, del vigésimo quinto aniversario de su existencia, y no pude. No pude porque me faltaban muchos datos para que tuviera un mínimo de enjundia lo que pudiera escribir. Y porque no he conseguido averiguar mucho: eran –y son- muy parecidas las lagunas de aquellos a quienes he pedido ayuda con el fin de llenar las mías. Y porque dudaba mucho, al fin el Parrots es un bar, nada más. Así que ha pasado el tiempo y el blog paralítico parece.

Quería haber empezado a decir del tiempo pasado. Que yo casi vivía allí. Que Carlos Garcés, una vez que vinimos de ver un montaje sobre Maqui Navaja, hablando de los personajes, me dijo que me veía como a él, como al Maqui, precisamente –aún no sé si eso quería decir algo bueno para mí o lo contrario, igual se lo pregunto cualquier día-. Que Carlos Pérez controlaba el asunto de los elepés de una manera imposible de ver en otro sitio y a otra persona, por el gusto, por el acierto, por la velocidad y por la vista. Que allí, con mis disfraces, era el sitio en el que me desenvolvía; que aún recuerdo el primero, cuando aún había una barandilla, y me miraba el personal sin reconocerme y sin máscara que me ocultara.

Carlos y un cantante que cayó puallí

Que arreglábamos el mundo conociendo gente, creábamos cosas, revistas, escritos. Que lo hacíamos envueltos siempre en música, en música de verdad, de cualquier tipo, mezclados todos, mil gentes, universitarios y no universitarios, mil edades, mil ideas…

Que también aprendí a jugar (algo) al guiñote a parejas, al Trivial, al Pictionary. Al futbolín no: yo soy de la escuela de futbolín de Pichi y eso es suficiente, no tuve que aprender, sólo practicar lo sabido. A los dardos, electrónicos, sí, empecé a jugar en el Parrots.

No me cuacaba, ya digo, no estaba muy por la labor de hacer semejante homenaje, pero no me arrepiento: me he dado cuenta de que era un sitio distinto, donde no había distancia, donde todos cabíamos. Era ecléctico, libre, respetuoso con todo dios. Divertido, espontáneo. Imaginativo –no hay más que ver los eslóganes-, creativo. Y, sin embargo, sin alardear de grandes cosas… ahora bien, quien ha venido, ha vuelto: mis hijos, por ejemplo.

De todos modos, fijaos en que -ya lo he dicho antes-, a priori, no me parecía para tanto. Sin embargo, me apetece acabar diciendo que ni soy parrero ni parrotero, soy del Parrots (sin cosa de pertenencia o posesión).

-------------------------------------------------------------------------------------------------
Os conellos escabecháus, feitos por Pepa y Pili respeutibamén
Días después, en Valdecarro, en un concurso de Conejo Escabecháu, quedaron en primera posición, ex aequo, los que presentaron Pili Rayado y Mariajosé Echegoyen, ambos de estilos diferentes y ambos exquisitos. En los postres, aunque no se había previsto concurso, se decidió que la tarta Turmann y otra de manzana, ambas creadas por Cristina Aragüés, merecían también una calificación de primer premio, así que se mencionan también.

Tarta Turmann y de manzana (from Cris, the Polita)

-------------------------------------------------------------------------------------------------
Finalmente, aun habiendo sido sólo unos pocos de los muchos avatares de todo este mes largo que llevo sin escribir aquí, mencionaré a Facebook porque, bien empleado, sirve para muchas cosas: encontré –me encontró, mejor dicho- mi amigo Luis Garrido, que hacía 30 años que no sabíamos uno del otro; encontré a mi prima Macu, que también hacía algún diíca que no sabía de ella y, aunque tenía posibilidades llamando a mi tío Pepe, ha estado bien entrar en contacto por aquí. Y mi amiga Marisol, mi amiga, a pesar de haber sido compañera de curro, también me ha pillado, de manera que estaremos en contacto a partir de ahora.

-------------------------------------------------------------------------------------------------
Y ya está, que Jorge me dice vago por no escribir y no es por eso por lo que no escribía: es porque me equivocaba, porque quería decir muchas cosas… y, seleccionando, no escribía ninguna. Porque se me ocurren demasiadas y, por no aburrir, las dejaba pasar. A lo mejor a partir de ahora lo hago de otro modo. A lo mejor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

pues ya era hora y si, te ha quedado muy bien. Preguntando un poco aqui y otro poco alla , laguna del parrots salvada.