DIGNIDAD

jueves, 5 de agosto de 2010

¿EN ESPAÑA EMPIEZA A AMANECER?

Hace unos días vi, en algún informativo de cualquier canal de la tele, un grupo de peñistas de Baleares que entonaba el afamado Kalinka –sin rasmia ni afinación, he de decirlo- con un monótono soniquete que repetía: “Yo soy español, español, español”. Era la respuesta a otro grupo que abucheaba a quienes asistieron allí a un festejo taurino, entre ellos, esa peña. Se me escapa qué tiene que ver esa reivindicación de españolidad con la de la tauromaquia. Y se me escapa que lo usen para defenderse y defender su postura pro-taurina. Para analizar todo este fenómeno de los últimos tiempos supongo que habrá sesudas personas muy capaces. Yo sólo me he quedado en la observación.

Resulta que, en Cataluña, su parlamento decide que no se van a celebrar corridas de toros en la Monumental de Barcelona –que es donde, al parecer, únicamente se celebraban- y se monta el cisma: el personal en la calle se manifiesta, unos porque están de acuerdo con la decisión, otros porque no. Y se mosquean todos. Y los que están a favor de que sigan los toros, cantan “yo soy español, español, español”. Hace mucho que tampoco hay corridas de toros en Canarias, y no se ha armado lío parecido, que yo sepa.

Hace un mes, después de hacer muy buen papel en Sudáfrica el grupo de futbolistas seleccionados como los mejores de España, ganaron el campeonato en el que estaban inmersos. Son profesionales de un deporte –que me gusta y mucho- y son muy buenos. Lo son como grupo, aparte de serlo individualmente. La lógica aspiración de cualquier deportista es conseguir lo máximo, y eso es lo que han logrado. Todos forman el mismo equipo. El público, en masa, cantó el famoso “Yo soy español, español, español”.

También han ganado mundiales las selecciones de balonmano y la de baloncesto. Y las de fútbol de jóvenes, y las de fútbol sala y no digamos la de hockey sobre patines. Seguro que me dejo equipos. En plan individual, ya hace días que empezaron los españoles a ganar cosas, en esquí, en motos, en bicis, en tenis, en atletismo –no podemos olvidar a Martín Fiz y Abel Antón-, en fin, no puedo nombrar a todos. Pero no había oído antes esa cancioncilla a la que he aludido unas cuantas veces ya.

Seguramente Paco Morales, un Psicólogo Social de mucho y muy merecido prestigio, pueda dar explicaciones al fenómeno. Al fenómeno que, por otra parte, tiene que ver con algunas amenazas recibidas por futbolistas catalanes del mundial, a los que algún que otro zote ha acusado de traidor. Es como si los de Fuentealbilla dijeran que Iniesta es un renegado por no jugar en el Atlético Fuentealbilla, sino en el Barça.

En fin, cantando esa especie de himno, no sé si reivindican algo, si tratan de defenderse de algo, de provocar algo… No sé qué procesos identitarios –ni de qué identidad- son los que están dejándose ver y oír últimamente de estas formas. No me gusta, eso sí lo sé, lo que subyace tras ello (por doquier azotan zotes, ya se ve). Me va más lo de ser tranquilo, lo de ser feliz, que enarbolar banderas a gritos, no sé si para hacerse oír o para no oír nada más.

Dentro de nada empieza el mundial de Baloncesto. Espero disfrutarlo, espero ver buen juego, buenas jugadas, buenos mates… Tengo ganas de ver ese gran espectáculo. Me gustaría que lo ganara la selección de España. Y, si ello sucede, no voy a cantar el Kalinka disfrazado de españolismo.

1 comentario:

JAIME CARBONEL dijo...

Claro que es lamentable, Roberto.
Lo de la prohibición de los toros, aparte del componente de la protección animal, tiene otro indiscutible de la identidad nacional catalana. Si no, ¿por qué no prohíben también los toros embolados, que allí son tan tradicionales?. ¿Crees que si Cataluña fuera ya un país independiente se hubieran molestado en prohibir las corridas?.
Y claro, eso y otras muchas cosas, produce un indeseable efecto de acción-reacción.
La culpa de todo la tiene la clase política: la de un lado, por no dejar de fomentar rechazo a todo lo español (algo que inoculan mediante la educación desde la más tierna infancia), y la de otro, por consentir 35 años de un sistema en el que el chantaje nacionalista (sean vascos, catalanes o ambos) está asegurado cada vez que un partido de ámbito nacional no gane por mayoría absoluta.
Y los demás españolitos, ¿cuánto tiempo más tendremos que estar soportando esta situación?. Algún derecho tendremos a saber, después de tanto tiempo, cuando y en qué termina eso que gustan llamar "proceso autonómico".