DIGNIDAD

sábado, 29 de enero de 2011

NADA, EL NUEVO AÑO, QUE YA ESTÁ AQUÍ... Y ESO

Casi va un mes, ya, de 2011. Desde la vez anterior que escribí, pronto se cumplirán dos meses. Y no es que no haya tenido nada que decir. No, había mucho. Igual, por ello, me daba pereza. O me bloqueaba. Lo más probable es que me bloqueara la enorme cantidad de cosas que quería decir. Sí, eso sería.

Pues bien, resumo diciendo que mi amigo Koldo me propuso conmemorar el 4 de diciembre juntos –nos parece más día de Andalucía ése que el 28 de febrero-. El de 1977, aquél en el que mataron a José Manuel García Caparrós en el chaflán donde empieza Calle Comandante Benítez, en Málaga, fue el último en el que coincidimos Koldo y yo. Quería conmemorar conmigo los 33 años de ese luctuoso hecho. Pero el descontrol, que luego provocó la alarma, lo impidió: se quedó por Barajas. Cuando empezaba la cosa a mejorar, el día en el que se cumplían los 30 años desde que mataron a Lennon –y murió Carlicos-, pretendió volver desde Londres, hasta donde se había ido para averiguar acerca del de Wikileaks, que creo que lo habían soltado entonces los de Scotland Yard. Pero no pudo, esta vez por la escasez del anticongelante de los aviones… Así que seguimos sin vernos. Koldo grabó las conversaciones de los grises de aquel día –era fácil pillarles la emisora en aquel entonces- y me las pasó. Y yo las he perdido, tras tanto cambio, de residencia y de otras cosas. A ver si aún las tiene él. Contéstame, hazlo por aquí, en público, o por donde te pete, pero hazlo, tío.

Luego, ya digo que voy resumiendo y mucho, vi que se habían perpetrado unas pocas –nimias, intrascendentes e inútiles, la verdad- modificaciones en la Ley Electoral. Y pienso que en el PSOE no han demostrado ser muy inteligentes: si las modificaciones hubieran llegado a la envergadura de la justicia, es decir, a hacer algo que es justo, a que tengan el mismo valor todos y cada uno de los votos y el mismo “precio” todos y cada uno de los escaños, podría ser que en la legislatura que empezará en 2012 los votantes de izquierdas estuvieran representados con proporcionalidad directa y justa. Pero, como parece que no se enteran, o no sé qué pasa, pues nada, seguimos con la mierda de ley d’Hondt y, a partir de 2012, gobernarán los deleznables individuos que, agazapados, esperan a hacerlo, pues sus votantes son fieles a sus siglas (de ideología tienen poco) y jamás denuestan las tropelías de sus jefes. Y ya sabemos cómo lo hacen, cómo las gastan. Que me pongo a pensar en Aznar o en Mayor Oreja y de demencia no salgo, a la hora de pensar en calificar sus actos. Y sus declaraciones (andanda, la de burradas que son capaces de decir por unidad de tiempo). Para mí que Rajoy, el finde pasado en Sevilla, cuando se dio cuenta de que sí, de que puede ser que esta vez llegue a presidente del gobierno, se cagó por las patas abajo: con lo tranquilico que vive sin hacer nada. Aunque, en realidad, nos gobierna el capital. Y también sabemos cómo lo hace, cómo nos aprieta, con total impunidad, sin mesura y sin vergüenza (recordemos cómo ha quedado lo de Nissan, que vaya, vaya). Los llamados “Mercados”, una de cuyas características definitorias sería avaricia desmesurada (y tengamos en cuenta que avaricia lleva implícito el apellido desmesura, que me suena a patología) son los que manejan todo, apisonan el mundo si creen que les hace falta: son los especuladores globales, que toman arbitrariamente las decisiones arbitrarias que les peta y cuyo perjuicio a la gente es ingente.

Más cosas o noticias: ayer, tras la presentación de mi libro –ya comentaré, supongo, en otro momento acerca dello-, hablaba con alguien y hablábamos de que hace unos días detuvieron a 45 personas por organizar bodas de conveniencia, lo que me hizo hablar de nuevo: no he pillado el punto jamás a la ley que parece ser que vulneran a menudo esas gentes (no me refiero a los aprovechados, a los mafiosos). Porque, vamos a ver, ¿acaso hay algún matrimonio que se haya perpetrado sin ser conveniente a los intervinientes? Todo contrato, según entiendo las relaciones humanas, se firma por convenir a las partes. No sé, me parece que esto vuelve a tener tintes de hipocresía, como tantas otras cosas cada día.

Pero, bueno, vamos a otra cosa, más mejor: me apetece decir que hemos pasado, Pepa y yo, unas vacaciones navideñas como hacía tiempo que no disfrutábamos. Han sido plenas en sosiego, en paz. Placenteras. Se parece, en resumen, a felicidad la cualidad de estas vacaciones. Las hemos pasado bien, pero bien de verdad. Y tan tranquilas. Y hemos superado una prueba: desde el 2 de noviembre no fumamos, y no hemos sucumbido, aun atravesando esos peligrosos días. Estuvimos en Nochebuena en Lledó, en una casa rural, en pleno Matarraña. Una delicia, un encanto esa zona. Es la segunda vez que la visitamos, pero no será la última, por supuesto que no. Valderobres la vamos a patear a conciencia, porque es una villa preciosa y que merece verse con calma, con atención y con despacio. Por cierto, que en los letreros que la indicaban, si estábamos en Cataluña, ponía Vall de Roures. Así pues, y según esa lógica catalana, cada vez que mencione la provincia que limita con el este de Huesca, diré Lérida. Y la Nochevieja la pasamos en Malón, en la Casa Rural La Fabriquilla, donde Yolanda y Uwi nos dieron la oportunidad de ni preocuparnos de salir de ella: era suficiente. Aun así, aún me di un paseíco (corriendo, que es lo mío) por el Tarazonica de unos 12 Kms. Excelente. Tanto nos convenció que hemos pensado repetir. Mira que he catado unas cuantas casas rurales, pues bien, ésta es de las mejores –si no la mejor- y los caseros están en el pelotón de cabeza de los que conozco.

Y aquí lo dejo, que hay otros quehaceres, tanto para mí, como para ti, que estás leyendo esto: sed felices.

2 comentarios:

JAIME CARBONEL dijo...

Pues que malegro mucho de todo lo que dices. Sólo una pequeña puntualización: ¿acaso decías Lleida?. No me lo creo en tí, pero, si así fuera, ¿por qué decir "Lleida" y no "London" y "Niuyor"?. Ésos no se enteran de que uno de los indicativos de la importancia de una ciudad es que en cada idioma se nombra de una manera. Voy más allá: ¿por qué decimos que los vascos (y vascas) hablan en euskera pero no decimos que los ingleses hablan en "inglis"?. ¿Por qué decimos que los ingleses hablan en inglés y no decimos que los vascos (y vascas) hablan en vascuence?.
Me he salido mucho del tema de tu post, ¿verdad?. Bueno, pero me lo he pasado bien escribiéndolo.

Rockberto dijo...

No, Jaime: de otra forma, y porque lo supe por Doña Matilde, sí: Ilerda, que es de donde le viene el nombre Lérida, pero lo otro... no sé de dónde sale, tanto reivindicarlo -porque el catalán procede del latín, e Ilerda es palabra latina, creo-.

Por cierto, que yo sepa, sólo en árabe se dice, a Barcelona, algo parecido a la abreviatura Barça: Barshaluna... o sea, ¿vendrá del árabe la cosa?